TALLER CONTRA LA VIOLENCIA SOBRE LA MUJER
Día 16 de Noviembre, a las 17.30
Lugar: Centro Cultural Casa de las Monjas,
Avenida Federico Leal Castaño.
Espartinas.
No es posible hablar de violencia de género sin hacer referencia a su causa principal: la desigualdad histórica entre mujeres y hombres. Esta desigualdad habría que situarla junto al surgimiento de un nuevo modelo de relación entre ambos sexos: el patriarcado.
Hablar de patriarcado supone hablar de una organización social en la que el varón ejerce la autoridad en todos los ámbitos, asegurando la transmisión de ese poder y de la herencia por línea masculina. Éste ha ido adoptando diversas formas a lo largo de la historia en las que, a partir de diferencias biológicas mínimas, justifica la explotación de las mujeres a manos de los hombres.
Engels describe así la opresión de la mujer a manos del hombre durante el surgimiento de la propiedad privada de la tierra y del ganado, junto con el desarrollo de la sociedad capitalista. Afirma que “la monogamia nació de la concentración de grandes riquezas en unas mismas manos –las de un hombre- y su deseo de transmitirlas por herencia a sus hijos excluyendo los de cualquier otro. No aparece de ninguna manera en la historia como un acuerdo entre hombre y mujer, sino como forma de esclavización de un sexo por el otro”.
Se establece así un nuevo orden social que determina el papel público del hombre en la sociedad frente al papel privado de la mujer, a la que se confina en el ámbito doméstico a lo largo de las generaciones mediante códigos legales, morales y religiosos creados con ese fin.
La familia, la religión, la escuela, la televisión, la publicidad, el grupo de iguales, etc, han creado unos estereotipos de género que han mantenido, y aún hoy mantienen esos esquemas, haciendo aparecer a los hombres como más inteligentes, fuertes, hábiles, interesados en valores teóricos, económicos y políticos; al contrario que la imagen que se presenta de la mujer como más interesada en valores estéticos, sociales y religiosos, relacionados con la dependencia del hombre, la emotividad y la afectividad.
Las mujeres han sido cosificadas, objetualizadas por el hombre, sin que éstas hayan tenido autoconciencia de sí mismas. Históricamente, el hombre ha considerado a la mujer como una propiedad más encarnada por la sumisión, la pasividad y la belleza, supeditándola al cuidado de los hijos y la familia y sometiéndola a un férreo control de sus actos e incluso de su forma de pensar; intentando mantenerla alejada de la cultura, del mundo laboral y de la política; habiendo sido ellos quienes han establecido qué debe ser lo masculino y qué lo femenino.
Para paliar esta desigualdad histórica y esta tiranía del hombre sobre la mujer surgieron las “políticas de igualdad” ya en época reciente, motivadas por el empuje de las mujeres en la exigencia de unos derechos que injustamente le habían sido negados. Estas políticas de igualdad no han hecho más que hacer aflorar un fenómeno que siempre había estado oculto o silenciado: la violencia de género.
La violencia de género es una de las mayores lacras que ha sufrido y sufre la humanidad. Una tragedia humana que hoy escandaliza al mundo “civilizado”, y por ello hay que combatirla, no solamente desde el ámbito penal, sino desde el educativo, social, familiar, institucional, etc; y ese es el motivo por el que esta charla-taller la consideramos tan importante: porque es intolerable que esta situación se siga produciendo ni un solo día más.
Os esperamos!!!
